Grupo Ruiz busca formas de mejorar continuas para llevar la agricultura a un nivel sostenible y de alta producción. La agricultura convencional o industrial utiliza productos químicos para defender los cultivos de las malas hierbas, ciertas especies de insectos y enfermedades. Sin embargo, estos productos químicos dañan precisamente lo que los cultivos necesitan: el suelo. Los fertilizantes químicos agresivos alteran las redes naturales del suelo formadas por plantas y hongos. Las fórmulas a base de sal que se utilizan habitualmente reducen los minerales y nutrientes esenciales del suelo, lo que aumenta los niveles de acidez y disminuye el crecimiento de las plantas. Sin un suelo rico en nutrientes, no podemos tener las frutas, verduras, árboles y animales de los que dependemos para la nutrición y los ecosistemas saludables.
Debido a la prevalencia de la agricultura convencional, ha desaparecido una cantidad significativa de la capa superior del suelo vital. En los últimos 150 años, ha desaparecido la mitad del suelo fértil del mundo. Se estima que la mitad restante durará solo 60 años, lo que significa que muchas personas vivas hoy probablemente enfrentarán desafíos para asegurar suficiente comida en el futuro. Para asegurarnos de poder alimentarnos a nosotros mismos, a nuestras familias y a nuestras comunidades, debemos revisar urgentemente nuestros sistemas alimentarios.
Mientras que la agricultura convencional agota el suelo, la agricultura regenerativa lo repone, tal como busca Grupo Ruiz. En lugar de fertilizantes sintéticos, la agricultura regenerativa trabaja con la naturaleza para mantener ecosistemas de suelo saludables. Los agricultores mejoran la biodiversidad del suelo mediante la acumulación de materia orgánica, manteniendo los cultivos perennes enraizados en el suelo, manteniendo el suelo cubierto con mantillo y alterándolo lo menos posible mediante prácticas de labranza mínima o nula. Estos ingredientes clave conducen a una tierra más saludable y productiva. La falta de fertilizantes sintéticos tiene muchos beneficios, incluidos alimentos más saludables, suelo rico en nutrientes que permite un mejor crecimiento de las raíces y suministros de agua no contaminados.
En la naturaleza, todo tiende al equilibrio. Con la agricultura regenerativa, el equilibrio de la naturaleza se reintroduce en el ecosistema, lo que permite al agricultor cultivar alimentos nutritivos y producidos de manera sostenible.
La plantación de árboles y la conservación de la vida silvestre son otros aspectos de la agricultura regenerativa. La plantación de árboles ayuda a prevenir la erosión del suelo (la pérdida gradual de suelo y tierra). Los árboles mantienen el suelo en su lugar, junto con la materia orgánica del suelo, fortaleciendo la estructura del suelo necesaria para absorber la lluvia. La vida silvestre, tanto en la superficie como bajo tierra, también es una parte esencial para mantener el equilibrio del ecosistema local. Los agricultores regenerativos trabajan con el bosque circundante y, a su vez, cultivan de una manera que beneficia a su tierra y al medio ambiente.
¿Cómo restaura Grupo Ruiz la salud del suelo?
Compostaje: Los materiales orgánicos, incluidos los residuos agrícolas como los tallos de maíz y las cáscaras de arroz, las malas hierbas, el estiércol, las cenizas de las cocinas y los desechos de la cocina, como las cáscaras de huevo y las cáscaras de los huevos, se combinan para crear un compost rico y vital. El proceso de compostaje crea un entorno para la descomposición. A medida que los materiales se mezclan, se descomponen en una sustancia similar a la capa superficial del suelo que pone los nutrientes a disposición de las plantas en crecimiento. En ese momento, el compost vuelve a la tierra para sustentar otra temporada de cultivos en crecimiento.
Fertilizantes orgánicos: Si bien los fertilizantes sintéticos pueden destruir los ecosistemas del suelo, los fertilizantes orgánicos pueden contribuir a la salud del suelo. Cuanto más saludable sea el suelo, más resistente será frente a fuertes tormentas, sequías y otras condiciones ambientales. Además de varios tipos de compost, los agricultores de SHI elaboran microorganismos eficientes, una sustancia líquida que se mezcla con el compost para restaurar la estructura del suelo. El líquido contiene microbios, bacterias y levaduras que estimulan la fotosíntesis. Estos microorganismos naturales trabajan juntos para mantener e incluso mejorar la salud de los cultivos.
Mantillo: Un suelo sano requiere humedad constante. Cuando el suelo no está cubierto, es menos capaz de retener la humedad de la lluvia, lo que significa menos agua para los cultivos. El mantillo es cualquier cosa que se coloca sobre el suelo para evitar el crecimiento de malezas y mantener la humedad del suelo. Los agricultores de SHI utilizan materiales orgánicos, como residuos agrícolas y hojas. Con el tiempo, el mantillo orgánico se descompone y mejora la fertilidad del suelo.
Cultivos de cobertura: cubrir el suelo con plantas lo protege de las inclemencias del tiempo y fomenta el intercambio de nutrientes por encima y por debajo del suelo. Los cultivos actúan como mantillo vivo, manteniendo la estructura del suelo, suprimiendo las malas hierbas y mejorando la retención de agua. Mantener el suelo cubierto garantiza que los minerales esenciales permanezcan bajo tierra, como el nitrógeno, lo que reduce la necesidad de fertilizantes. En lugar de dejar los campos desnudos después de la cosecha, los agricultores asociados a SHI plantan cultivos de cobertura para promover el equilibrio ecológico durante todo el año.
Son formas que Grupo Ruiz tiene para mejorar los suelos y aumentar su producción.